Mapa de empatía de JPL

¿QUÉ PIENSA Y SIENTE? Estar con los amigos es lo que le mueve a ir al centro Sus preocupaciones son las salidas y el fútbol. Lo que le importa realmente es conseguir dinero para ir ver los partidos y conseguir una moto. Trabajar de camarero en un bar.	¿QUÉ VÉ?  El entorno social es óptimo, y el familiar desestructurado (el padre y la madre están en proceso de divorcio). Las personas clave de su entorno son dos amigos. Se enfrenta a problemas derivados de conductas contrarias a las normas de convivencia en el centro.
¿QUÉ DICE Y HACE?  Habitualmente se comporta de manera descontrolada y, alguna vez, iracunda. Dice que le importa aprobar. Habla con todos sus compañeros/as. Influye mucho en el comportamiento, e incluso en el rendimiento de no pocos compañeros suyos. Existe congruencia entre lo que dice y lo que piensa?	¿QUÉ ESCUCHA?  La madre está continuamente hablando con el profesorado delante de su hijo, intentando justificar hasta el infinito sus comportamientos. Sus amigos y familia le dicen que se porte bien, que se tome la pastilla. Sus profesores aguantan como pueden al alumno, entre treinta y tres más. Lo superan siguiendo las pautas de actuación del orientador del centro, y con mucha paciencia.
¿QUÉ LE FRUSTRA?  No le frustra absolutamente nada. Le preocupa los partes de disciplina y las expulsiones. No le son presentados obstáculos de ningún tipo.	¿QUÉ LE MOTIVA?  Lo que de verdad le gustaría conseguir es “vivir en el Nou Camp”. Para el adolescente, el éxito es superar los retos que le permitan jugar con los cromos y dibujar los jugadores del Barcelona C.F. No pone de su parte para alcanzar su objetivo.

Presentación

El blog que aquí se inaugura responde a una actividad del curso “Respuesta educativa para el alumnado con TDAH” (Déficit de atención e hiperactividad), organizado por el INTEF. Y en él pretendo recoger y dar a conocer las diferentes opiniones y posturas teórico-prácticas existentes en los ámbitos científicos de la psiquiatría, psicología, pedagogía, medicina…, de manera tal que, quien a él se acerque, encuentre puntos de vista muy diversos, hasta diametralmente opuestos -partidarios y detractores-, del citado trastorno TDAH, porque, en verdad, la discrepancia existente abarca desde el diagnóstico al tratamiento, pasando por la definición conceptual.

La evidente falta de consenso en la comunidad científica sobre el ser o no ser del TDAH me lleva a afirmar que estamos ante un debate joven e inconcluso.